Hace algunos años, la Plataforma de Trabajadores de Correos hiciera un estudio de investigación sobre el ACOSO. Estos son los resultados. Creemos tremendamente necesario que los leas, valores y divulgues por todos los medios a tu alcance.
No podemos permitir que se desarrolle esta arma al servicio de los Jefes o de los mismos compañeros arrastrados y enfermos de poder.
Entre todos podremos vencerla , estamos convencidos...!!! pero tendremos que ir poco a poco, divulgando sus condicionantes y yendo poco a poco hacia donde nace; es una labor de laboratorio, de investigación, para más tarde , de concienciación y puesta en práctica de medidas de combate contra esta lacra.
Ahi entramos absolutamente todo el colectivo.
Entramos en principio desde abajo con dos palabras: dignidad y solidaridad.
Pero vayamos por partes: veamos el trabajo de los compañeros de la Plataforma:
ANÁLISIS
1 la finalidad del acoso es colectiva
Debemos tener muy
claro que el mobbing no es un acoso individual o personal, es un
acoso a todos, hacia todo el colectivo. Se toma a la víctima como
ejemplo de lo que les puede ocurrir al resto de trabajadores si no
acatan las órdenes o no se muestran sumisos. Es por tanto un acoso
ejemplarizante.
Por consiguiente, se
hace necesaria por parte de los compañeros, una respuesta que debe
ser inmediata, en el momento mismo en que tienen lugar los hechos de
acoso o represión y que consiste no sólo en apoyar moralmente al
compañero víctima del acoso sino que presente una postura clara y
contundente de rechazo hacia esas prácticas, puesto que su silencio
no les mantiene al margen del acoso sino que los convierte en
cómplices indirectos de él.
Con esta actitud se
pretende parar los pies al acosador, evitar que su comportamiento se
engrandezca y no vea campo posible para continuar con esta conducta
de modo que en adelante, aunque sea por temor, respete al trabajador
y no se extralimite ni en sus formas ni en sus atribuciones.
2
punto de origen en el reparto desigual de las cargas de trabajo
Existe una desigual
distribución de las cargas de trabajo. Así mismo existen enormes
diferencias en cuanto al trato que l@s jefes dispensan a sus
subordinados, suelen existir grupos de privilegiad@s que cierran
filas en torno al acosador.
Hay compañeros que
asumen sobrecargas de trabajo y exceden su horario dando pie de este
modo a comparaciones injustas. Quien no pasa por el aro es
considerado un “vago”.
3.
medidas para combatir : solidaridad y compañerismo
Por
eso es tan importante la solidaridad
y el compañerismo,
valores hoy en día poco en práctica. Nos falta conciencia social,
una conciencia solidaria de “tender la mano” que arrope al
trabajador con problemas. Esta falta de concienciación también está
siendo propiciada por la propia Empresa para su beneficio, creando un
mal ambiente, fomenta el individualismo, es el “divide y vencerás”.
Como
resultado de esto, el trabajador no se siente parte del colectivo
sino que busca su propio beneficio, incluso si llega el caso, a
expensas de los derechos usurpados a otros compañeros.
Resulta
imprescindible pues, trabajar para crear una conciencia colectiva que
incentive la cooperación, la confianza, la solidaridad, que alimente
la lucha imprescindible para defender y garantizar nuestros derechos
ante la Empresa. De esta manera ganaremos en autoestima, en dignidad
individual y colectiva y en respeto “RESPETO
A LA CLASE TRABAJADORA”.
4.
Objetivo prioritario de la empresa :Búsqueda de la productividad
salvaje
En
Correos desde hace tiempo se está desarrollando una nueva
metodología laboral que se basa en la búsqueda de la productividad
a toda costa, introduciendo una serie de cambios que tienen como
objetivo final la privatización.
Por
ejemplo, los puestos de mando, como los Jefes de Equipo (jefes de
nivel 14 y 16), son designados a dedo sin ningún proceso selectivo,
sintiéndose obligados a ejercer una obediencia ciega al mando
superior que lo ha designado, con una serie de órdenes a cumplir.
Órdenes que en la mayoría de los casos son verbales, no constan por
escrito ni llevan firma, con lo cual la responsabilidad se disipa no
es tangible, no hay un responsable directo.
Teniendo
en cuenta esta meta (producción y privatización), la Empresa impone
una estructura organizativa jerárquica en la que como estrategia se
utiliza la presión, que se va ejerciendo de los mandos superiores a
los inferiores, siendo el trabajador la base, el último escalafón
de esta pirámide y sobre el que se ejerce el acoso convirtiéndole
en una víctima indefensa:
........................ “tanto produces, tanto vales”.
La
necesidad que tiene la Empresa de producir a destajo, desdeñando la
calidad que se le supone a un servicio público, conlleva que los
derechos de los trabajadores se vean mermados cada día, o incluso
que sea él mismo el que renuncie a su disfrute, como los 20 minutos
de descanso, o ponga en riesgo su propia salud, saltándose la
normativa sobre riesgos laborales (carga y descarga incorrecta,
sobrepeso en el carro, etc.).
Por
otra parte y como consecuencia del exceso de trabajo y la presión,
el trabajador desarrolla a menudo un trabajo deficiente, cometiendo
errores producto de la precipitación, perdiéndose la calidad en el
servicio, hecho que poco importa a la Empresa, su máxima es:
producir y producir.
Esa
presión que la Empresa ejerce, no podemos alimentarla nosotros
mismos, creyéndonos poseedores de algo, sólo tenemos herramientas
de trabajo que están a nuestra disposición para el desarrollo de
éste, pero no son de nuestra propiedad: las cartas no son nuestras,
el carro no es nuestro, la moto no es nuestra… el creerlas como
propias nos lleva a pensar que debemos realizar más trabajo del que
en realidad podemos abarcar, asumiendo una responsabilidad que no nos
corresponde.
A
la presión que ejerce la empresa, que se ve representada en nuestro
jefe inmediato, junto con la ejercida por nosotros mismos, por
ejemplo, al obligarnos diariamente a terminar el recorrido completo
de la sección cuando ésta resulta imposible por exceso de trabajo o
sobredimensión de la misma , también hay que añadir la que ejercen
los propios compañeros (mobbing horizontal) considerándole como un
mal trabajador cuando hace uso de sus derechos (su descanso) o no
puede con todo el trabajo, incluso insinuando que actúa mal adrede
para perjudicar a los compañeros o a la propia Empresa.
5.
Un primer aliado de la empresa : actitudes de los compañeros
Todas
estas actitudes por parte de los compañeros también pueden derivar
en mobbing, que puede resultar tan dañino como el que procede del
jefe. Además, con el afán de hacer méritos ante el superior,
determinados compañeros pueden llegar a hacerle el vacío, lanzando
críticas o cotilleos que persigan denostarle, comportamientos éstos
indignos, que pueden afectar psicológicamente al acosado al sentirse
falto de apoyo llevándole a un aislamiento.
6.
Un segundo aliado de la empresa: las Mutuas Laborales
También
hay que mencionar la presión procedente de las Mutuas Laborales, en
aquellos casos en que el trabajador acuda por enfermedad o accidente
laboral, ya que al estar contratadas por la Empresa es corriente que
ponga en tela de juicio la veracidad de los hechos. Es otro tipo de
presión ejercida desde el poder, que coloca al trabajador en una
situación de riesgo para su salud o bien que puede llevarle a sufrir
una pérdida económica al descontarle dinero del CPA a fin de mes.
7.
Un tercer aliado de la empresa: actitudes pasivas de los sindicatos
mayoritarios
En
ocasiones el acoso laboral se ve favorecido por la actitud pasiva de
los sindicatos mayoritarios.
8.
Desconfianzas
Nos
encontramos en un escenario en el que es muy común la desconfianza
de los jefes hacia los trabajadores y el miedo de los propios
trabajadores, circunstancias que favorecen el acoso laboral.
Tenemos
que tener claro que el acoso laboral perjudica también los intereses
de la empresa puesto que la explotación de los trabajadores no hace
sino deteriorar la calidad del servicio.
9.
Nuestras soluciones pasan por investigar los aspectos negativos
Ante este panorama
de acoso y represión en Correos no debemos hacer un discurso
pesimista sobre nuestra situación, el tener en cuenta los aspectos
negativos de todo esto, nos puede ayudar para saber más adelante
contra qué tenemos que luchar, así sabremos hacia donde ir, a quién
dirigirnos y llegar a una solución.
PROPUESTAS
1.
Órdenes de la Jefatura
En
primer lugar cuando el trabajador, víctima del acoso, se da cuenta
de que las órdenes recibidas se extralimitan a son abusivas, deberá
enfrentar la situación no cayendo en la manipulación que el
acosador-es pretenden ejercer sobre él, cuestionando continuamente
aquello que le parezca injusto o inadecuado, presentando una postura
firme desde un principio y no dejándose caer en la sumisión ni en
el victimismo.
Tras
pedir la oportunas explicaciones que razonen la orden dada, si la
postura del superior persiste en que la orden injusta debe cumplirse,
el siguiente paso que el trabajador deberá dar es, no enfrentarse de
forma acalorada al jefe, sino buscar otros recursos como son el apoyo
de los demás compañeros y de los sindicatos.
2.
Darse cuenta que formamos parte de un colectivo
Llegado
a este punto debemos trabajar por crear conciencia social, puesto que
el ser humano no es un ser individual sino que forma parte de un
colectivo y todo lo que le ocurre a uno repercute también en los
demás, toda injusticia que se comete sobre una persona trasciende al
resto de la sociedad. En este caso, como trabajadores de Correos,
debemos tener claro que la solidaridad es la única vía de unión y
respuesta posible ante hechos que en un determinado momento también
pueden repetirse en cualquiera de nosotros.
Incidir
sobre la concienciación es vital,
es nuestro mejor mecanismo de defensa, es un síntoma inequívoco de
buena salud entre la clase trabajadora porque nos dignifica y nos
sitúa en el status que debemos estar como trabajadores respetados y
valorados.
Como
ejemplo de concienciación y solidaridad entre los trabajadores
comentaremos un caso real que sucedió en el CCP de Chamartín: un
Jefe de Servicio agredió verbalmente a una trabajadora y ante esta
falta de respeto, de forma espontánea, todos los compañeros unidos
paralizaron el trabajo para apoyar a la compañera, sintiéndose
ellos mismos también agredidos ante una situación tan degradante,
viéndose el Jefe obligado a pedir disculpas.
Debemos
hacer hincapié que ante las mentiras, insultos o críticas debemos
plantar cara al acosador con energía, pero sin caer en el mismo
lenguaje soez y despectivo utilizado por él, no perdiendo las formas
que nos situarían a su misma altura. De esta manera, los compañeros
valorarán nuestra actitud y se prestarán con más facilidad a la
colaboración.
3.
Nunca dejar pasar la afrenta: enfrentarse con ella desde el primer
momento
Si
la situación no se corrige y llega a enquistarse, llevando al
trabajador a una situación límite, tanto laboral como
emocionalmente, el siguiente paso es la denuncia ante la autoridad
competente (nos remitimos aquí al punto donde se desarrolla la
ponencia jurídica) .
4.
Combinar denuncia con la acción directa
No
obstante, otra de las propuestas que se presentaron fue la
combinación de la denuncia con la acción directa. Entendiendo
“acción directa” como el conjunto de actividades encaminadas a
visibilizar y presionar a empresa y acosadores para que el acoso
termine ya. Para dotar de mayor eficacia a la acción directa es
importante que esta sea continuada en el tiempo.
Ejemplos
de acción directa:
- acudir a los centros de trabajo donde se producen los hechos, divulgando y denunciando, mediante carteles y panfletos, el caso de mobbing, y a la persona que lo lleva a cabo.
- enviar e-mails a la dirección de correo electrónico del centro de trabajo donde tienen lugar los hechos y a su vez al Jefe de Relaciones Laborales, haciendo constar en el mismo, la denuncia del acoso, el apoyo a la víctima y la exigencia de medidas para acabar con dicha situación,
- concentraciones denunciando el acoso públicamente ante el centro de trabajo en cuestión o ante la Jefatura Provincial respectiva o incluso Centro Directivo, contando con la presencia de los medios de comunicación para que se hagan eco de la noticia.
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